martes, 16 de noviembre de 2021

PÉRDIDA DE CREENCIA

 El bueno de Juan sentía que había cumplido con su misión. Sin lugar a dudas, había sabido hacer lo encomendado: narraba con entusiasmo, describía acontecimientos milagrosos y, hasta sonreía con ojos resplandecientes, si la ocasión lo requería. Por ello era el favorito de los 12. No obstante, al cabo de tantos años derrochando vocación, a Juan le aturdía solamente una pregunta ¿acaso no se requería creer,  para poder predicar la palabra del Señor?

ABSURDA SENSATEZ

 Cuando las navidades se acercan, pareciera como que el mundo se dividiese en dos. Sin motivo aparente, las personas adultas deciden tomar p...